Fresa
La fresa está catalogada como una fruta “deleite” al gusto y al olfato, pues no solamente su sabor cautiva a diario a millones de personas que han hecho de ella parte de su día a día, sino que su fragancia, de igual modo, es capaz de percibirse a metros de distancia.
🥇 Propiedades Fresa | Beneficios de la Fresa |
⭐Valor Ntr. | 4.5 / 5.0 |
💧 Agua | 91,3% |
👁️🗨️ Calorías | 33kcal / 100 gramos |
🅰️ Tipo de Fruta | Cítrico |
⚖️Fruta del Bosque | |
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Ante esto, al igual que la piña, la parchita y otras frutas, la fresa tiende a ser una delicia en cualquiera de sus presentaciones: helados, ensaladas de frutas, zumos y batidos, platillos dulces, y solas.
Para lograr que una fruta cítrica se haya ganado la aceptación de casi todo el mundo, tiene que ser simplemente maravillosa.
Por otra parte, antes de entrar en materia y conocer un poco sus propiedades y beneficios, es necesario conocer un dato no sólo histórico, si no también curioso.
Pese a que la fresa es conocida desde los tiempos de la prehistoria e incluso llegó a ser consumida tanto por romanos como por griegos, en el siglo XVIII fue cuando apenas comenzó a cultivarse en Europa.
En la actualidad la realidad es otra, pues básicamente no hay lugar en el mundo que no tenga el privilegio de llevarse a la boca este comprimido de vitaminas, minerales y demás bondades.
Nombre científico y otros detalles
El nombre científico de la fresa es “Fragaria” o “Fragaria vesca”. Y los nombres con los que comúnmente se le conoce, son “fresa” o “frutilla”. Pertenece a la familia Rosaceae y agrupa un aproximado de 400 taxones. De estos 400, sólo 20 han sido aceptados.
La fresa, según las estadísticas, y al igual que la frambuesa y la grosella, es la fruta que mayor contenido de hierro posee. Pero el magnesio también se hace presente, ya que 200 gramos contienen un 17% y un 9% de hierro y magnesio, respectivamente.
Su incalculable riqueza mineral la ubican entre los frutos con más beneficios para el organismo (en comparación con otros pertenecientes a la familia de los cítricos), pues también garantiza una proporción de cobre, manganeso, silicio, calcio, fósforo y potasio.
Ante esto, se convierte en la aliada perfecta para tratar déficits nutricionales y curas de remineralización.
No conforme con eso, representa una gran fuente de vitamina C, vitamina K y ácido fólico.
Parece ser que Ramón Llull, un poeta, filósofo y teólogo proveniente de Palma de Mallorca (en España), fue de los primeros consumidores que se atrevió a recomendarla... Esto fue así con el fin de que las personas pudieran combatir afecciones como la anemia, o bien, proporcionar un poco de lozanía a la piel (sobre todo las féminas).
Gota, reumatismo y artritis
Por medio de sus propiedades alcalinizantes y su elevado contenido de potasio y calcio, la fresa acelera la desaparición de ácido úrico. Aparte, al contener ácido salicílico, el mismo compuesto utilizado en aspirinas y cuya acción es antiinflamatorio, contribuye a mejorar este tipo de afecciones y patologías afines.
Dieta de energía
Su bajo aporte energético y su elevado contenido en fibras ayudan a crear en el organismo sensaciones de saciedad, por lo que es ideal para personas que, por orden médica, tengan que llevar a cabo dietas de energía controladas.
Embarazadas y niños
El hecho de ser una fruta baja en azúcares y poseer altas dosis de hierro y ácido fólico, la convierte en la mejor aliada de las mujeres embarazadas.
Tiene un efecto levemente laxante gracias a su fibra y, aparte de todo esto, es aperitiva... ¡Ideal para niños sin muchas ganas de comer!
Hipertensión o problemas cardiovasculares
Por su elevado contenido de potasio, la fresa aumenta la diuresis (formación de orina). Esto ayuda a reducir la tensión arterial y a eliminar el ácido úrico.
Sumado a esto, un estudio realizado por especialistas provenientes de universidades de España e Italia comprobó que el consumo de 500 gramos de fresa al día reduce el colesterol malo (14%) y los triglicéridos (21%).
Igualmente, mejora el funcionamiento de las plaquetas, y estos efectos positivos podrían adjudicarse a su alto contenido de antocianinas, los compuestos químicos que le aportan el color rojo a las fresas. Dichos pigmentos, a su vez, contribuyen a mantener el buen estado de las paredes de los vasos sanguíneos… Así pueden prevenirse una gran cantidad de trastornos vasculares.
Diabetes
La fresa es altamente recomendada para personas con diabetes, pues su azúcar es levulosa (fructosa), de manera que no hay margen para riesgos de ningún tipo.
Anemias y déficit de hierro
Todo el hierro contenido en la fresa suele ser respaldado por su elevada dosis de vitamina C, factor que posibilita una absorción mucho más efectiva de este mineral.
Del mismo modo, disminuye los riesgos de padecer litiasis biliar (piedras en la vesícula) y de sufrir alteraciones hepáticas.
Previene el cáncer
Gracias a la presencia de silicio y de otros antioxidantes, la fresa es considerada una excelente opción para prevenir ciertos tipos de cáncer, por lo que su consumo regular ayudará a mantener nuestro organismo lejos de tan abominable flagelo.